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Estímulos descompuestos
Todos los estímulos captados en nuestro rango de percepción natural, están afectos a ser descompuestos. Las imágenes fijas y en movimiento, así como también el sonido, se transforman en ruido al pasar por procesos de deformación de su armonía natural. Un sampler de audio, la repetición de fotogramas, la sobrexposición o sobresaturación de un color pueden ser ejemplo de lo anterior. Todo lo que vemos y nos rodea es dividible, calculable y podemos analizarlo desde un punto de vista abstracto.
En ellos sería posible reconocer patrones, establecer relaciones geométricas, trazar retículas sobre los elementos visibles, líneas, formas y sonidos, medir tiempos, luces, colores y sombras. Las frecuencias de audio pueden ser representadas por ejemplo, en una onda de sonido. La cual pasa de ser un estímulo audible, a uno visible.Los medios o plataformas que utilizo para estas expresiones, responden al mismo principio, son combinables entre sí, reutilizables y libres de ser manipulados según la emotividad presente.

Relaciones.

En una imagen podemos establecer tantas relaciones como queramos. Una imagen, ya sea estática o en movimiento, es analizable desde muchos aspectos, desde su color, tamaño, intención y también desde su composición o relaciones espaciales que establece con otros elementos.

Cada elemento en la imagen no está solo, debe gran parte de sus características a otros elementos, ya sean cercanos o distantes del foco. ¿Cómo podemos saber que algo es grande o pequeño? ¿es alto? ¿Largo, corto?

¿Con respecto a qué?

Sólo sabemos que un elemento es grande porque lo comparamos con otro elemento de menor tamaño, para asegurar que estamos en el centro, es necesario antes definir cuales son los límites de la composición, y así un sin número de análisis del propio elemento y su entorno nos permite establecer sus propias características. Por sí solo elemento, puede que carezca de propiedades destacables que nos permitan describirlo a cabalidad, para esto establecemos relaciones con otros elementos cercanos o que nos permitan establecer comparaciones entre ellos y también con otros elementos físicos presentes en la composición, como márgenes, espacios, volúmenes, luminosidades, contrastes, volumen, saturación, por nombrar algunos.  A estas relaciones  le sumamos otro factor, que será inherente al que decodifica la escena, según su propia interpretación personal, que a su vez es influenciada o alterada por factores culturales, temporales y físicos.

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